Soy mi propio hogar
Hoy te quiero dejar una metáfora como amiga. Similar a una cartita sobre la mesa. Queriéndote compartir lo que comienzo a entender de la vida. Sobre cambios, entendiendo que tu verdad es una. Una que puede ser vista de varias formas. Sobretodo, una verdad que necesita ser aceptada antes de cambiada.

¿Crees que simplemente comprando pintura blanca podras cubrir el negro? Supongamos que sí, que te aferras a la idea de con cinco capas lo cubres. Estás sobrecargando de pintura tu pared y no la estás cambiando.
Entiende que ahora (presente) tienes cuatro paredes negras, ve por espátulas y remueve el color. Ese color que ya viviste.Te aseguro que cuando lo hayas quitado, el blanco lo adorarás, recordarás; cuánto lo trabajaste. Sabrás que puedes aburrirte de este color, pero quieres vivirlo, quieres disfrutarlo sin más.
Pues asi eres tú. Como un cuarto de cuatro paredes. Bajo tu control. Si quieres salir de vaciones o un paseo de pocas horas, tienes las llaves de la puerta. -Reitero que eres libre.- Por mas que puedas salir, necesitas estar cómodo ahí.
Habrán conocidos opinando sobre tu hogar. Una que otra vez necesitaras ayuda externa, que no te cueste aceptarlo. Algún profesional que te ayude con cañería. Alguna vez estará la sala '«patas arriba» con visita y otras veces habrán inquilinos que te cueste sacar.
Después de todo; de vivir con alquileres, de buscar el precio perfecto, de reunir dinero y tantos cambios; éste es tu hogar y seguirás en cambios. Si en algún momento aceptas inquilinos, recuerda que sigues siendo la dueña y si no llegarán a estar de acuerdo con el valor, no pasa nada; seguirás estando cómoda.
Repítelo, que se siente bien quererse: «Soy mi propio hogar y me habito por una eternidad».
Quiérete, que te quiero.
@anindeleble
Comentarios
Publicar un comentario