La cita

Noches de trabajo, tardes sacrificadas para comer y ausentar deuda. Lamentablemente, no soy lá única con esa «situación».
Aquel dia quise un dia diferente, valioso. Para Jasmine y para mí.
—Ven, sientate, tomemos un café. Yo invito.
Le insití.
Quise ser considerado. Desde luego, Jasmine tenia muchas deudas y no sería el primer dia que oculte su quiebra. Imaginé a Jasmine respondiendo: "Tranquilo, he bebido suficiente café por hoy". Las mentiras blancas, conocidas como piadosas, no existen para mí.
— Ven, por favor. Si quieres vamos sólo por agua saborizada.Me habia empeñado en no estar solo. Insití nuevamente— Bien. Ésta vez tomaré contigo, Miguel.
Sorprendido me dejó. Decidí subir la mano derecha, pidiendo atención antes de que Jasmine cambiara de parecer. No sería nuevo.
—¿Qué desean? Buenas tardes. Dijo una anciana que resaltaba en el lugar. Tenia una camisa color naranja, no llevaba maquillaje. Su mejor vestimenta era la mirada. Estaba en paz con la vida. Siglos sin ver y sentir buena energia. Queria ser así. Me preguntaba cuánto habrá costado su paz. Culpé a la época diciendome que antes el hombre necesitaba menos para ser feliz. Tal vez equivocado.
Dejé de analizar aquella anciana y miré a Jasmine.
— Buenas tardes...
Dos cafés. Por favor.
Jasmine sonrió imediatamente. Se habria alegrado. Pude decir que la conocia. Tan pronto se fue la empleada, indague si había disgustado a Jasmine al pedir por ella.
Volvió a sonrreir. Giró suavemente la cabeza dos veces y alzó la mirada. No hacia mis ojos. Había fingido ocultado su incomodidad.
—Adelante, dí que sí...
Lo siento, lo que tiene relevancia para mí es que disfrutes el café, si realmente querias. Sino, un agua, lo que desearas. Sin pensar en el dinero, yo pago.
Despues de haberlo repetido, me dí cuenta de lo incoherente que era mi lógica: ¿ACASO CREES QUE JASMINE VA A PEDIR ALGO MÁS? ¡MENOS SI LE RECUERDAS QUE VAS A PAGAR!
— Tranquilo, está bien el café. Puedo tomarlo y con gusto. Sin presion. No te culpes.
«No te culpes» su amabilidad era admirable. Era tan hermosa persona que incitaba a que mi consciencia mejorase.
— Gracias, Jasmine.
— Listos dos cafés por aqui. —Nos interrumpió amablemente la anciana.
Oi a Jasmine inhalar y exhalar. Se me ocurrió ir visitar alguna playa con ella. Estabamos cerca, podíamos aprovechar una caminata, aunque habia frio.
—Jasmine, ¿Estás bien?
—Sí, estoy bien. Gracias por el café. Deberiamos comprar nueva cafetera en la oficina. O el café aqui es maravilloso.
— ¿Qué tal si vamos a caminar un poco? Tengo una chaqueta en mi auto. De lo contrario puedo conducir.
— Bien, está bien.
Pedi la cuenta y sugerencia a la playa más cercana. Estaba a dos cuadras de distancia. Pagué y fuimos por la chaqueta.
Decidí apagar el celular sin que Jasmine se percatara y le di abrigo. No mediamos palabras, se podia oir la brisa, temia que el frío nos arrebatase el lujo de ver, oler y sentir el mar.
Ya estando en la playa me sentí solo. Estaba detrás de Jasmine y ella usaba el celular. Habia durado mucho las vacaciones de venticuatro horas. Unas horas.
Pude seguir a Jasmine cabizbajo, o quedarme en la playa continuando mis vacaciones. Segui a Jasmine, estaba siendo bofeteado por lá lección 721:
"Cada persona vive a un ritmo diferente.
Intentada cambiar a alguien y resultas cambiando tú. Acepta genuinamente."
Teniamos ritmos diferentes. Acepté con responsabilidad. Habia sido exigente con Jasmine. Le pedia lujos.
El lujo de una tarde lejos de un mundo ensordecedor, le pedia que se entregase a una tarde, no a mi sino al misterioso libre de analisis. La invité a vivir.
Lo volví a intentar, me invité a beber un café y a disfrutar del mar. Asegurandome de que no se trata de cómo o cuantas veces fallamos, sino de qué hacemos para cambiar el resultado.
Aquella noche descansé renovado. El dia siguiente sería otra oportunidad para ser mejor persona. Desde ahora mi evolución como persona estaria dedicada de: mi para mí y a su vez, para el mundo. No lo desaprovecharía.
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